Lo que deberíamos ser y no ser, la fiesta a la que no vas a poder ir, decir que sí solo por compromiso aunque no querías, el trabajo y las entregas, el dinero, lo que quieres lograr, tratar de hacer más de lo que puedes hacer, y más situaciones que nos producen estrés.
Bueno, comencemos definiendo, ¿qué es el estrés?:
Estrés — es un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal; suele provocar diversos trastornos físicos y mentales.
En otras palabras, el estrés es una manera en la que reaccionamos ante diversas situaciones, en su mayoría cuando son aquellas que nos mueven de nuestra “zona de confort” o “zona segura!.
Así que imagínate una situación en la que te piden que entregues un reporte o un proyecto que nunca habías hecho antes y que lo hagas con un tiempo determinado, detalles específicos y lo expongas ante una mesa de dirección con la que no trabajas.
Suena una situación de mucho “challenge” y para algunas personas les llegue a emocionar ese reto, sin embargo a otras personas no y ahí es en donde el estrés comienza a viajar por todo el cuerpo.
Y entonces, lo que sucede es lo siguiente:
Cerebro: Atención, me parece que (inserta tu nombre) se está estresando!!
Estómago: OMG! entonces déjame hacer por acá un juguito para defenderme.
Cerebro: Va, échale sal y limón que se viene bueno.
Tú: Me duele la panza y tengo acidez, me voy a tomar una pastilla.
Y este diálogo se puede repetir cuantas veces quieras, entonces a lo largo del tiempo tu cuerpo se comienzan a invadir de las hormonas del estrés, como lo son el cortisol y la adrenalina y juntas se pasean por toda la sangre contaminándola y cobrando factura.
La adrenalina hace que nuestro corazón comience a latir más rápido y se eleva nuestra presión arterial, que, con el paso del tiempo y la frecuencia con la que se presente puede producir hipertensión.
El cortisol en cambio, hace que se forme una placa de colesterol y juntas pueden aumentar la posibilidad de un derrame cerebral o un ataque cardiaco. ¿Te imaginas?
Entonces, tienes que entregar ese proyecto en la chamba y te estresas, te dan una noticia que no esperabas y te estresas, algo cambió en tu día y te estresas. Tu cuerpo está contaminándose constantemente y al final esto se puede convertir en un estado de ánimo que ya no sabes manejar.
Además, el estrés también se manifiesta en el exterior de nuestro ser con acné, se cae el cabello, dolores de cabeza, tensión en el cuerpo, se pierde la atención, se tienen reacciones irritables, cansancio, entre otros.
El tema es súper extenso pero quiero que te quedes con algo súper claro.
Puede ser que ya vivas con algunos de estos síntomas y los veas de manera normal o le estés echando la culpa a la cena de anoche. Yo te invito a preguntarte, ¿qué tal estás viviendo tu día y tu vida?, ¿estás aprovechando los momentos que tienes para verificar cómo estás?, ¿cómo reaccionas ante las situaciones nuevas que se presentan en el día a día?, y podría preguntar más pero primero responde esas.
Se trata de reflexionar y no de tener la respuesta correcta, así que toma una hoja y una pluma y empieza a escribir ¿qué crees que te está haciendo sentir estrés?, sin juzgarte y dejando fluir todo lo que sientes. Lo más probable es que escribas de todo un poco, y está bien. Léelo, desahoga tus sentimientos y vive el momento que tienes porque recuerda que es lo único que no se puede reciclar.
Óom — Live the present!